Jóvenes Vs. Corrupción
Los jóvenes ecuatorianos, hemos crecido normalizando la corrupción. Vivimos, aunque muchos no lo recordemos, la crisis bancaria de finales de los 90 ‘s y sus consecuencias. Padres y abuelos perdieron sus trabajos, propiedades y ahorros de muchos años, lo que inevitablemente marcó sus vidas.
Hemos visto en múltiples ocasiones a distintos funcionarios públicos dejar sus puestos, antes del periodo para el que fueron elegidos, en medio de escándalos de corrupción, golpes de estado y salir del país con altas sumas de dinero.
Sin embargo, algo es diferente. Ya no somos únicamente víctimas de las circunstancias en un país en el que se viene trabajando de esta manera desde siempre. No somos el futuro, si no, el presente. Nuestros actos tienen consecuencias a pequeña y gran escala y la manera en la que decidamos conducir nuestra vida, inevitablemente, afectará a la manera en la que se conducirá el país.
Nosotros los jóvenes, ante la corrupción, debemos dejar de normalizar. Entenderla como algo sumamente nocivo, no solo cuando es tan evidente como en medio de esta emergencia sanitaria, sino de manera permanente. En cada función que desempeñemos, personal o profesionalmente, debemos combatir la corrupción activamente y denunciar actos delictivos que ocurran a nuestro alrededor.
Somos la generación del presente y debemos combatir estas actitudes, si aspiramos a un país mejor.